El encierro matutino que se celebró ayer en la localidad se saldó con dos heridos y un toro que se quedó emplazado al final del recorrido. / Miren Manzarbeitia
La misa y la procesión en la ermita de
Hontanares
culminarán hoy una larga semana de fiestas en Riaza. “Para nosotros, los vecinos, es algo muy especial porque damos gracias a la virgen porque todo haya salido bien estas fiestas”, explica
Benjamín Cerezo
, alcalde del municipio. “Es una romería muy casera y muy familiar”, explica.
Los encierros, que han obtenido la calificación de Encierros Tradicionales de la Junta de Castilla y León, van tomando cada año mayor importancia y más aún si cabe los que tienen lugar por la noche. “Este año hemos tenido encierros muy bonitos y los nocturnos han sido espectaculares porque se ha llenado el pueblo de gente”, declara Cerezo.
El único percance taurino tuvo lugar en la mañana de ayer cuando se registraron un par de cogidas sin excesiva importancia. Un toro se quedó además emplazado alrededor de medio día y tuvieron que reconducirle hasta las inmediaciones de la Plaza de toros. “Nos hubiese gustado en este sentido que todo saliese más rodado, pero el ganado no se puede controlar. A lo largo de la mañana suele haber algunos ‘problemillas’ que deben irse solucionando según la marcha”, comenta Cerezo.
“La gente debe estar muy contenta de que hayamos podido mantener toda la semana de fiestas sin recortar presupuesto que cuesta mucho en este tipo de ferias tan grandes como las de Riaza”, asegura el alcalde.
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